RECONOCIENDO LA IRA PARA PREVENIR LA VIOLENCIA EN LA FAMILIA
Aprendo en casa 15 de mayo 4to: La ira
Reflexiones 10: La ira
En la situación actual de aislamiento debido a la emergencia sanitaria por el COVID-19, muchas manifestaciones de violencia se activan en la convivencia familiar a partir del malestar producido por emociones como la ira, que no hemos podido identificar y, por tanto, tampoco regular.
¿QUÉ ES LA IRA?
La ira es una emoción básica y universal. Básica porque está al servicio de nuestra supervivencia a partir de tres funciones; la facilitación del desarrollo rápido de conductas de defensa-ataque, la vigorización de nuestra conducta y la regulación de la interacción social. Universal porque cualquier miembro de la especie sano experimenta ira. Por lo tanto, enfadarse no sólo es normal sino también necesario. Sin embargo, cuando la ira es demasiado frecuente en nuestras vidas o desproporcional, aparecen los problemas. Por eso, además de experimentarla, debemos aprender a controlar la ira y saber cómo expresarla.
¿QUÉ HACE QUE NOS ENFADEMOS?
Las emociones están muy ligadas a nuestros pensamientos, por lo que una situación puede ser “vivida” de formas muy diferentes en función de la persona. Por eso, más que referirnos a situaciones “objetivas” que dan lugar a la emoción de ira, lo correcto es referirse a los pensamientos asociados a esa situación que causan ira. La ira es una emoción que aparece cuando nos vemos sometidos a situaciones que producen frustración o nos resultan desagradables, pues nos sentimos atacados. Por lo tanto, existen dos grandes categorías de situaciones desencadenantes de esta emoción:
- SITUACIONES FRUSTRANTES
- Obstrucción del acceso a una meta: cuando la consecución de nuestros objetivos se ve interrumpida, la valoración cognitiva (los pensamientos) que la persona lleve a cabo sobre la relación entre su conducta y el resultado de la misma determinará el tipo de emoción resultante. Cuando se estima que se puede actuar sobre los factores que bloquean su acceso, restableciendo las situaciones previas, aparece la ira.
- Transgresión de las normas y derechos: cuando se sobrepasan las normas sociales, se vulneran nuestros derechos o nos tratan de una forma injusta sentimos ira.
- Extinción de contingencias aprendidas: cuando no aparece la recompensa que esperamos tras realizar una conducta nos enfadamos (por ejemplo cuando no sale la lata de coca-cola después de introducir la moneda).
- SITUACIONES AVERSIVAS: Las experiencias desagradables favorecen la emoción de ira facilitando la expresión de conductas agresivas. El ejemplo más claro de ello es la experiencia de dolor. Así por ejemplo, cuando algo nos duele, florece nuestro mal carácter.
¿CÓMO SE EXPRESA LA IRA?
- La expresión externa de la ira se refiere a cuando nuestra expresión del enfado permite a los otros saber que estamos enfadados a través de nuestros gestos, expresiones faciales o tono de voz. La forma inadecuada de expresarla nos puede traer problemas interpersonales.
- La expresión interna de la ira se refiere a la expresión del enfado “hacia dentro”, es decir, los demás no tienen por qué saber que estamos enfadados, pero nosotros sí lo sabemos gracias a las sensaciones de tensión o los pensamientos de venganza que albergamos. Si mantenemos una ira interna demasiado tiempo, puede dar lugar a un elevado nivel de activación psicofisiológica que se relaciona enormemente con problemas de salud, especialmente a nivel cardiovascular (hipertensión, infarto, etcétera). Además, la ira interna se acompaña de emociones negativas como frustración, tristeza…
¿CÓMO PODEMOS CONTROLAR NUESTRA IRA?
No podemos plantearnos prevenir la ira puesto que, como hemos dicho, es una emoción básica que debe aparecer. Su ausencia sería motivo de una posible patología emocional. Por eso, el objetivo es experimentar la ira en las situaciones que así la requiere, pero eso sí, sabiéndola expresar y gestionar de una manera adecuada, en definitiva, aprender a controlar la ira. Así, un enfado sano nos permite detectar y resolver problemas, conseguir metas y aliviar o superar obstáculos que nos impiden alcanzarlos. Por el contrario, un enfado excesivo puede bloquearnos emocionalmente, dificultándonos percibir de forma adecuada la situación.
Para lograr un correcto control y expresión de la ira, a continuación, te ofrecemos unas pautas para que gestiones tus enfados de una forma saludable:
- Detecta las primeras señales de ira: esto es fundamental para que comiences a autorregularte, impidiendo que tus pensamientos y sensaciones físicas se incrementen.
- Intenta tranquilizarte para poder pensar. Para ello, a veces es necesario salir de la situación evocadora de la ira siempre que sea posible y esto no suponga otra provocación para la persona con la que discutes. Al menos como primer intento, intenta restar importancia a lo que ha sucedido dando opción al “malentendido”.
- Dale las vueltas justas. No estés pensando en lo mismo toda la semana.
- Date tiempo, y da tiempo a la otra persona para que se pase el momento de máximo enfado, lo que en psicología denominamos como fase de explosión.
- Gestionar el enfado no significa reprimirlo. Por ello, cuando te encuentres más calmando expresa qué te ha molestado empleando un estilo de comunicación asertivo (haciendo ver tu punto de vista pero respetando el de los demás).
- También puedes hacer uso del semáforo emocional
SEMÁFORO EMOCIONAL
El SEMÁFORO de las EMOCIONES. Herramienta de Inteligencia Emocional para Niños y Adolescentes
Esta manera de regulación, la cual está muy relacionada con nuestro Detective Emocional, lo que hacemos es asociar los colores del semáforo con actitudes para poder modificar nuestras emociones:
- ROJO: PARARSE. Cuando no podemos controlar una emoción (sentimos mucha rabia, queremos agredir a alguien, nos ponemos muy nerviosos…) tenemos que pararnos como cuando un coche se encuentra con la luz roja del semáforo.
- AMARILLO: PENSAR. Después de detenerse es el momento de pensar y darse cuenta del problema que se está planteando y de lo que se está sintiendo.
- VERDE: SOLUCIONARLO. Si uno se da tiempo de pensar pueden surgir alternativas o soluciones al conflicto o problema. Es la hora de elegir la mejor solución.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Se te presentarán dos tipos de actividades, REFLEXIONANDO SOBRE EL TEMA y el DESAFÍO SEMANAL, AMBAS ACTIVIDADES TIENEN QUE ESTAR EN TU CUADERNO O PORTAFOLIO (DEPENDIENDO DE LO QUE EL PROFESOR O PROFESORA TE SOLICITE)
REFLEXIONANDO SOBRE EL TEMA:
- ¿Por qué es importante y necesario reconocer la ira en el ambiente familiar?
- ¿Cómo expresar de manera adecuada mis emociones durante el aislamiento social por la emergencia sanitaria?
- ¿Qué eventos te han producido ira y han desencadenado un conflicto y violencia durante la cuarentena por el COVID-19? ¿Qué lo causo? ¿Qué consecuencias tuvo?
Conversa con tu familia sobre diferentes eventos de las últimas semanas (contexto del estado de emergencia y aislamiento social), en los cuales hayan tenido episodios de violencia producidos por la ira o que hayan presenciado en su entorno más cercano (barrio).
- Seleccionen y describan un caso para analizarlo.
- ¿Cuál fue la actitud de cada una de las personas involucradas?
- ¿Cómo se expresó la ira?
- ¿Se pudo evitar el expresar la ira?, ¿De qué manera?
Finalmente, escribe en una hoja de papel las respuestas de las ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE y cuando termines llena la FICHA EVALUANDO MI APRENDIZAJE (Encuentras el modelo en ORGANIZANDO MI PORTAFOLIO).
Recuerda que la presentación de tu hoja tiene que ser creativa, estar debidamente ordenada, mantener un lenguaje claro y por lo menos utilizar dos colores de lapicero. Posteriormente la tendrás que anexar a tu portafolio de evidencias.
ORGANIZANDO MI PORTAFOLIO
SEMANA 6:
En esta sección te orientaremos en como debe de ir organizado tu portafolio de 4to de secundaria hasta este momento, además que te presentamos un modelo que lo puedes tomar como una referencia, el cual si deseas puedes descargarlo en la parte de abajo. Está en word así que puedes editarlo como mejor te parezca.